«La Virgen María, que recibió al Hijo de Dios en la debilidad de la naturaleza humana, nos ayuda a contemplarlo frente a los que sufren y nos sostiene en nuestro compromiso. ser solidario con las personas más frágiles y débiles» (Papa Francisco)
Este jueves 5 diciembre, en presencia de una multitud de coros fieles y tradicionales, grupos que ondean banderas y delegaciones de las regiones de Trentino y Véneto, acompañados por los obispos de Trento Lauro Tisi, de Padua Claudio Cipolla y de Vittorio Veneto Corrado Pizziolo, del gobernador de Veneto Luca Zaia, el cardenal Giuseppe Bertello y el obispo Fernando Vergez Alzaga, presidente y secretario general de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, inauguraron la cuna y la iluminación del árbol de Navidad en la Plaza de San Pedro.
La cuna de madera, una expresión de la tradición local, proviene de Scurelle, un municipio en el área de Valsugana en la provincia de Trento. En cambio, el imponente abeto rojo, de unos 26 metros de altura, con un diámetro de 70 centímetros, elevado junto al obelisco proviene de la meseta de Asiago. Fue donado junto con una veintena de árboles más pequeños por el Consorcio de usos cívicos de Rotzo-Pedescala y San Pietro en la provincia de Vicenza.
El árbol y la cuna están unidos por la memoria común de la tormenta de octubre a noviembre de 2018 que devastó muchas áreas del Triveneto. Este año, además, el Grupo de Cunas Artísticas Parè de Conegliano, en la provincia de Treviso, supervisó la preparación de la cuna dentro del Salón Pablo VI.
El Papa luego comentó que los troncos de madera, provenientes de las áreas golpeadas por las tormentas que forman el telón de fondo del paisaje de la cuna, «subrayan la precariedad en la que se encontró la Sagrada Familia» esa noche en Belén. El pontífice, antes de dar su bendición, finalmente pronunció estas palabras: «La Virgen María, que recibió al Hijo de Dios en la debilidad de la naturaleza humana, nos ayuda a contemplarlo frente a los que sufren y nos sostiene en nuestro compromiso. ser solidario con las personas más frágiles y débiles«.
Pa'i Francisco Ocampos 